lunes, 26 de mayo de 2014

 La reposera al sol los ojos cegados al ultra sol


Mientras en los bordes los líquidos chorreaban un incruento hombre se reposo en  los ojos del mal para asimilar las caricias que la muerte suele dar
Esas horas perdidas de las personas en las personas la búsqueda de la verdad o al menos de alguna verdad

Mas cuando el líquido en los bordes parece estar a punto de desbordar algo como el mismo silencio parece llamarlo y preguntar las mil caras que lleva esta eterna forma de ser… más si es despojado de su ROPAJE  solo encuentra el ansia, las esperas muertas; y los ojos ajenos a través de todos  los murmullos, como niños pequeños llevando en papeles minúsculos las necesidades del amor
Las hojas del viento, la verdad del tiempo.
Todo en el viento y el barro
Como en el polvo,  el rayo del sol, la esperanza colapsada
Gente urgente   de gente por solo poder
La banalidad  de la mirada ajena. Espejo  del alma la voz agotada, en una búsqueda de la verdad y el placer sobre todo en la felicidad
Abuso del absurdo y la prosperidad de  nuestra sociedad suicidad, en la ciudad de la basura y el hollín, las calles como hervideros de sociedad monoteísta de la soledad. La necesidad argumentada por la dulce  espera, el sabor de la venganza   degollada.
Cantando libertad alentamos violencia.
La mirada atrapada en los surcos de los hombres finitos.
Buscando poder para tener, cuando el que lo tiene es quien lo ejerce, la costumbre dice que este no lo quiere dejar de ejercer.
Dos silencios en la sala de  la conmoción, otra serpiente metida en la ingle.
Tu voz en los tubos de las cloacas tus sabores más acá de acá.
En el agua putrefacta de tanto hecho…

Y las cosas grandes o pequeñas cosas, ¿para la misma cosa?

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