La
reposera al sol los ojos cegados al ultra sol
Mientras en los bordes los líquidos chorreaban un
incruento hombre se reposo en los ojos
del mal para asimilar las caricias que la muerte suele dar
Esas horas perdidas de las personas en las personas la
búsqueda de la verdad o al menos de alguna verdad
Mas cuando el líquido en los bordes parece estar a punto
de desbordar algo como el mismo silencio parece llamarlo y preguntar las mil
caras que lleva esta eterna forma de ser… más si es despojado de su ROPAJE solo encuentra el ansia, las esperas muertas;
y los ojos ajenos a través de todos los
murmullos, como niños pequeños llevando en papeles minúsculos las necesidades
del amor
Las hojas del viento, la verdad del tiempo.
Todo en el viento y el barro
Como en el polvo,
el rayo del sol, la esperanza colapsada
Gente urgente
de gente por solo poder
La banalidad de la
mirada ajena. Espejo del alma la voz
agotada, en una búsqueda de la verdad y el placer sobre todo en la felicidad
Abuso del absurdo y la prosperidad de nuestra sociedad suicidad, en la ciudad de la
basura y el hollín, las calles como hervideros de sociedad monoteísta de la
soledad. La necesidad argumentada por la dulce
espera, el sabor de la venganza degollada.
Cantando libertad alentamos violencia.
La mirada atrapada en los surcos de los hombres finitos.
Buscando poder para tener, cuando el que lo tiene es quien
lo ejerce, la costumbre dice que este no lo quiere dejar de ejercer.
Dos silencios en la sala de la conmoción, otra serpiente metida en la
ingle.
Tu voz en los tubos de las cloacas tus sabores más acá de
acá.
En el agua putrefacta de tanto hecho…
Y las cosas grandes o pequeñas cosas, ¿para la misma cosa?
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